El libro Seamus Heaney sabe que el valor de los clásicos reside en lo imperecedero de sus modelos. Por eso su versión de la Antígona de Sófocles tenía que ser algo más que arqueología: en Sepelio en Tebas, Antígona, Ismene, Creonte, Tiresias... respiran de nuevo para devolvernos lo eterno de un conflicto que nos recuerda las diversas facetas del deber y de la responsabilidad. 

Heaney le guarda a Sófocles (y Hernán Bravo Varela a Heaney) la fidelidad que solo un poeta podría ofrecer: fidelidad a la historia y a los hallazgos del verso, al ritmo de los hechos y a su impacto en el lector. Que ello no haya cambiado tras casi dos mil quinientos años, señala la invariable caducidad de lo humano y lo milagroso de su talento para revivir lo que somos: fugaces y perennes, frágiles y rectos como el bambú y la palabra de los clásicos. 

Robert Lowell solía decir de Heaney que, después de Yeats, Irlanda no había tenido un poeta igual. Queda claro que este Premio Nobel de Literatura ha legado a su país una gran pasión por entender el arte de la poesía desde lo trágico, dotándolo de un oscuro sentido de humor. El necesario para hacer de la tragedia el género más verdadero y el que mejor habla de la vida. 


El autor Escritor y académico, Seamus Heaney (Condado de Derry, Irlanda del Norte, 1939 - Dublín, Irlanda, 2013), representa para la poesía contemporánea en inglés la doble pulsión de lo clásico (su magistral manejo del verso clásico y de los ardides del idioma) y lo actual: el ser hombre en nuestro tiempo, con todas sus implicaciones. Premio Nobel de Literatura en 1995, su obra poética comienza con el emblemático libro Muerte de un naturalista (1966) y se extiende hasta el reciente Cadena humana (2010). Es además un hondo ensayista y un cuidadoso traductor.