El libro Solo un escritor fino, sagaz, irónico en su intento de comprender los más ocultos rincones del alma humana y comprensivo en el retrato de sus defectos, como es Lêdo Ivo, podría haber compuesto una suerte de fresco siempre actual como es La muerte de Brasil.
En estas páginas Lêdo Ivo concibe un personaje inmortal, a la altura de los que nos han brindado los clásicos: un comisario de policía empeñado en ejercer su oficio con limpieza, asaltado por el recuerdo de su lugar de origen, vivero al mismo tiempo de nostalgias e injusticias. La muerte de Brasil nos acerca un protagonista que se desdobla en dos personajes, dos relatos, igualmente inolvidables: el implacable observador de los bajos fondos de cualquier país y un lírico evocador de la infancia del mundo.
Solo un maestro de la narración como Lêdo Ivo podía aunar en un solo libro lo lírico y lo policíaco, lo político y lo metafísico. «¿Qué es la verdad? ¿Qué es la mentira?», se pregunta su autor en la nota final a esta novela esencial de la narrativa brasileña de las últimas décadas. La respuesta (más preguntas, quizás) está en sus páginas.


El autor 
Lêdo Ivo (Maceió, Brasil, 1924 – Sevilla, España, 2012) no solo fue uno de los más prolíficos, hondos y renovadores poetas de su generación, la llamada del 45, movimiento de reacción estética contra el clima anárquico de la primera fase del Modernismo; también fue, además de un sagaz ensayista, un narrador sutil que usó la prosa para comprender el alma de su país, Brasil, de un modo que ayuda a entender mejor el mundo. 
Miembro de la Academia Brasileira de Letras desde 1986, su obra abarcó todos los géneros, pero giró siempre sobre el mismo eje: la poesía. Publicó su primer libro, los poemas de Las imaginaciones, en 1944. Posteriormente, firmó títulos fundamentales de la poesía brasileña hodierna como Estación central (1964), La noche misteriosa (1982), Rumor nocturno (2002) o Plenilunio (2004). En Cuba se le otorgó el Premio Casa de las Américas, en México el Víctor Sandoval y en España el Premio Leteo. Su novela Nido de serpientes (1973), recibió el Premio Nacional Walmap, uno de los más prestigiosos de Brasil.