El cansancio ajeno
DETALLES:
AUTORES:
Popa, Vasko
El libro Este volumen recoge, por primera vez en español, la totalidad de la obra poética de Vasko Popa, compuesta por los ocho libros que van de Corteza (1953) a Tajo (1981). Completan la edición una serie de sus apuntes inéditos sobre poesía, un álbum fotográfico exclusivo y un luminoso prólogo del gran poeta serbio Ivan V. Lalić, además de los dibujos del propio Vasko Popa que inician cada libro. El cansancio ajeno salda una deuda y regala una riqueza: la del poeta europeo que mejor entendió el alma humana desde el centro de la memoria de su idioma.
La poesía de Vasko Popa aparece en la confluencia de dos ejes: el surrealismo y el folclore popular. Del primero, aprendió el sentido del humor; de él, le separó el clasicismo al que nunca quiso renunciar. Del folclore, Popa recogió el misterio de las adivinanzas, los trucos de los refranes, renovando asi la poesía europea mediante lo más hondo de su acervo.
El autor Nació en 1922 en Grebenac, Vojvodina; y estudió en Belgrado, Bucarest y Viena. Luchó como partisano durante la Segunda Guerra Mundial, lo que le llevó al campo de concentración nazi de Bečkerek (hoy Zrenjamin). Tras la guerra fue editor de la importante editorial Nolit. Escribió los ocho libros de poemas que se reúnen en este volumen y compiló la influyente colección de poemas populares, cuentos anónimos, proverbios y adivinanzas serbios titulada La manzana dorada (1958). También antologó la poesía humorística serbia en El hombre que ríe (1960).
La poesía de Vasko Popa aparece en la confluencia de dos ejes: el surrealismo y el folclore popular. Del primero, aprendió el sentido del humor; de él, le separó el clasicismo al que nunca quiso renunciar. Del folclore, Popa recogió el misterio de las adivinanzas, los trucos de los refranes, renovando asi la poesía europea mediante lo más hondo de su acervo.
El autor Nació en 1922 en Grebenac, Vojvodina; y estudió en Belgrado, Bucarest y Viena. Luchó como partisano durante la Segunda Guerra Mundial, lo que le llevó al campo de concentración nazi de Bečkerek (hoy Zrenjamin). Tras la guerra fue editor de la importante editorial Nolit. Escribió los ocho libros de poemas que se reúnen en este volumen y compiló la influyente colección de poemas populares, cuentos anónimos, proverbios y adivinanzas serbios titulada La manzana dorada (1958). También antologó la poesía humorística serbia en El hombre que ríe (1960).