El libro La mística de Alda Merini es profundamente carnal. Ello no la vuelve más provocadora, sino más honda, reveladora, necesaria. El Cristo de Alda Merini nace de una soledad transfigurada: es la pasión por el hombre hecho palabra, un hombre al que ama y traiciona. Más allá de lo religioso, Cuerpo de amor es un libro que no admite miradas reductoras. El acercamiento de Alda Merini a Cristo admite lecturas tan distintas que rozan lo contradictorio para acabar demostrando que a veces los puntos de vista más alejados son los más cercanos. Hondamente carnal, carnalmente espiritual, Alda Merini nos dice, desnuda: no se tiene alma, no se tiene cuerpo: cuerpo se es, alma se es.


La autora
 Nacida en Milán (Italia) en 1931, Alda Merini comienza a escribir a una edad temprana. Gracias al aprecio de amigos y escritores –entre los cuales se hallaban Giorgio Manganelli, David Maria Turoldo, Maria Corti, Luciano Erba–, algunos de sus poemas aparecen en Antología de la poesía italiana 1909-1949, publicada en 1950 al cuidado de Giacinto Spagnoletti. Cuando vio la luz su primer libro, La presenza di Orfeo (1953), la respuesta de la crítica y de los poetas más importantes del momento fue unánime: Oreste Macrí, Salvatore Quasimodo, Giovanni Raboni o Pier Paolo Pasolini, entre otros, la acogieron con entusiasmo. 

Libros como La tierra santa (1984), por el que recibió el premio Libex Montale en 1993, Baladas no pagadas (1995) o los tres volúmenes editados ya por Vaso Roto Ediciones (Cuerpo de amorMagnificat La carne de los ángeles) dan buena muestra de la importancia de Alda Merini, que fue candidata habitual al Premio Nobel de Literatura.