El libro En México, el juguete popular tiene una historia larga y extraordinariamente rica. Estamos hablando de una producción que va desde las tradiciones artesanales al dominio de la manufactura industrial y que cubre un arco temporal que se proyecta desde lo antiguo hasta lo contemporáneo. Y, tratándose de un artefacto (el juguete) que implica una práctica especial (el juego) y que supone una comunidad específica de practicantes (los jugadores), cabe decir que estamos ante una verdadera cultura en sí.

Podríamos ir todavía más lejos, en la relación entre el juego y la cultura, con sólo invocar la prodigiosa reflexión del historiador holandés Johan Huizinga, autor de Homo ludens (1938), para quien la definición de «cultura» se explica precisamente por los elementos lúdicos que subyacen en ella, es decir, que el juego sería anterior a la consolidación de la esfera de la cultura, conclusión despejada por Huizinga a partir de la comprobación de que las caracterizaciones previas de homo sapiens y homo faber no serían suficientes para elaborar el perfil completo de la especie humana avanzada. 

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Brillantes, alegres y coloridos, los trompos giran sobre su único pie y, como dice Octavio Paz, caen en el centro del mundo.» ELENA PONIATOWSKA


El autor Erik Castillo (Ciudad de México, 1974) es licenciado en Artes Visuales por la enap de la unam. Es crítico, curador e investigador en arte moderno y contemporáneo. Ha publicado textos desde 1995 en libros y en revistas nacionales e internacionales. Cuenta con veinte años de labor docente y como conferencista en diversas instituciones públicas y privadas. 

Desde el año 2001 realiza curaduría para museos y espacios culturales. Fue Coordinador Curatorial de la XVI Bienal de Pintura Rufino Tamayo (2014) y es Curador en Jefe del Pabellón de México, en la expo Internacional de Milán 2015 Alimentando al planeta / Energía para la vida. Es autor del libro 15 minutos de flama (Libros de la Meseta, Mantarraya Ediciones, 2008). Vive y trabaja en la Ciudad de México.