Del crear y lo creado en Diario de Córdoba
Hace diez años la editorial Seix Barral recogió en un volumen, Poesía completa (1983-2004), los nueve libros de poesía escritos hasta el momento por Hugo Mujica. Ahora, y coincidiendo con la concesión del XII Premio Casa de América de Poesía a su último poemario, Cuando todo calla, la editorial hispano-mexicana Vaso Roto inicia la edición de toda la obra, y no solo la poética, del escritor argentino en una cuidada edición que lleva por título Del crear y lo creado y que está proyectada en tres volúmenes. El primero, que lleva por subtítulo Poesía Completa, 1983-2011, está precedido por unas líneas del propio Mujica tituladas lacónicamente Palabras preliminares, en las que el autor matiza que no estamos ante su obra completa sino ante su "obra esencial", pues, además de que algunos libros no han sido incluidos, los recogidos "han sido releídos e, inevitablemente, algo he agregado, algo he sacado, pero todos siguen siendo, desde la propia voz de cada uno que he dicho lo que no había dicho antes". Con esta advertencia se compilan, por orden cronológico: Brasa blanca (1980), Sonata de violoncelo y lilas (1984), Responsoriales (1986), Escrito en un reflejo (1987), Paraíso vacío (1993), Para albergar una ausencia (1995), Noche abierta (1999), Sed adentro (2001), Casi en silencio (2004) y, por último, Y siempre después el viento (2011).
Toda su obra -y no solo la poética- nace de los mismos principios y gira en torno a los mismos temas y a las mismas constantes; de este modo, conforma un todo unitario que se desarrolla en la medida en que da vueltas en torno a un único núcleo ("Ella /la poesía/, toda ella, es el corazón de mi obra; el resto, ensayos o narrativa, la acompañan, son mi hacer mientras la espero"). El poeta mira la realidad que lo rodea y esta mirada tiende a captar lo esencial, con lo que el lenguaje deviene minimalista, dando como resultado una poesía sutil, en la que la desnudez se convierte en axioma, y de singular transparencia, al apostar por lo sencillo y por un lenguaje preciso. Así, en el poema, que no siente la necesidad de desbordar la página, se combinan a partes iguales lo vivencial con el afán de trascender la realidad inmediata y buscar la universalidad.
FRANCISCO ONIEVA