La reparación de la poesía en El muro de los libros



En febrero de 2014 se cumplía el primer aniversario de la muerte del filósofo barcelonés Eugenio Trías (Barcelona, 1942-2013), autor de El hilo de la verdad (Galaxia Gutenberg, 2014). El hilo de la verdad al que se alude desde el título es el “hilo de la Verdad/… tan constante y tan fuerte/ que por más que le adelgace, / no es posible que le quiebre” (El laberinto del mundo, Calderón de la Barca, citado por el autor en el proemio). El ensayo de Eugenio Trías pretende cuestionar las fronteras, las separaciones y las barreras que se establecen entre los hombres, el límite que los divide y une, y que él pretende abolir mediante la Filosofía. “Ese poder del límite, que se da ser en la existencia como poder de recreación y variación, constituye el principio de discernimiento y juicio en relación a la verdad y la libertad” (p. 157) 
 
En términos parecidos parece expresarse Seamus Heaney (Derry, Irlanda del Norte, 1939-Dublín, 2013) en La reparación de la poesía (Vaso Roto, Fisuras, 2014). La misión del artista, afirma el poeta norirlandés, es liberar al mundo para que pueda interpretar la realidad desde otra perspectiva. Recurre, al igual que Trías y Calderón, a la imagen del laberinto para representar la experiencia: “el poeta, al imaginar un equivalente de ese dédalo, puede hacer frente a su naturaleza impenetrable y guiarse a sí mismo y al lector a través del laberinto.” (“Fronteras de la Escritura”, p. 254).  
 
En 1966, Seamus Heaney publicó su primer libro, Death of a Naturalist, al que siguieron, entre otros, North, Station Island y Human Chain. En España han visto la luz numerosas ediciones de su poesía, entre las que destacan la antología Campo abierto (2005) y su adaptación de Sófocles Sepelio en Tebas, publicada por Vaso Roto Ediciones en 2012. En The Redress of Poetry (1995), título original de la colección de ensayos que nos ocupa, Seamus Heaney, Premio Nobel de Literatura de ese mismo año, recogió las conferencias que pronunció durante los cinco años (1989-1994) en que fue catedrático de poesía en la Universidad de Oxford. El autor norirlandés analiza la obra de una serie de poetas que pertenecen en su mayoría al canon inglés y estadounidense, aunque el propio Heaney afirma que “el trasfondo tácito de estas conferencias es norirlandés” (p. 253). Autores conocidos del lector en español (Christopher Marlowe, Oscar Wilde, Dylan Thomas, W.B. Yeats, Philip Larkin y Elizabeth Bishop) conviven con otros poco o nada conocidos (Brian Merriman, John Clare o Hugh Mac Diarmid). 
 
Ejemplar nos parece “Ampliar el alfabeto. “Hero y Leandro” de Christopher Marlowe”, una relectura del poema inglés escrito en la década de 1580. En ella, Heaney afirma que lo leyó por primera vez como estudiante en la Universidad de Queen’s en Belfast, y aun así no pudo evitar identificarlo como un ejemplo del imperialismo inglés naciente: ''esos mismos pentámetros ingleses marcaron el paso de los ejércitos invasores británicos de finales de la época Tudor” (p. 47). Sin embargo, Heaney también sabe estremecerse, es capaz de emocionarse con estos versos, e incluso se precia de saber cómo funciona la mente de Marlowe: “una mente dueña de sí misma que conoce las penas y tentaciones, una mente más cercana al espíritu del carnaval que a las tácticas de provocación de la propaganda política de izquierdas”. (p. 57) 
 
El magnífico poema de Marlowe sobre el amor prohibido se convierte en una parábola sobre el movimiento del alma, un movimiento hacia la liberación y la bienaventuranza, pero  “contenido por el reconocimiento implícito de la represión y la coacción.” (p. 61) Su virtuosismo artístico, en otras palabras, es a la vez rebajado y aumentado por su realismo psicológico. “El lector recibe una especie de beneficio homeopático al experimentar los cambios y las ampliaciones que articulan la vida de un poema”. (p.65)
 
En términos parecidos analiza el norirlandés las paradojas airadas de Oscar Wilde que consiguieron derrocar las convenciones sociales. Según Heaney, La balada de la cárcel de Reading sería la evolución natural del pensamiento del autor de La importancia de llamarse Ernesto, ya que apela sentimentalmente a la conciencia del lector. Celebra su especial habilidad para “reparar” y preservar el equilibrio espiritual del mundo y hacer de contrapeso de las fuerzas hostiles y opresivas que lo atraviesan. “En esta balada, Wilde, el esteta, se despoja de su atavío de dandi y se convierte en el preso Wilde; el rico Epulón contempla la vida del pobre lázaro desde el infierno. El maestro de la ligereza acaba sometido a la dureza del ser y, como consecuencia de ello, acaba dejando sus huellas dactilares en un tema trascendental” (p. 144). 
 
En "¿Dylan el perdurable? En torno a Dylan Thomas", Heaney se ocupa de las oscuridades rapsódicas del poeta galés. Cuando se encontró por primera vez con sus poemas, estos parecían prometer la armonía prelapsaria; cuanto más viejo y más sabio, Heaney encuentra en ellos una música no tan iluminada: “Hizo excesivo hincapié en la dimensión romántica, positiva de la historia y sobrevaloró la capacidad de la lira para mantener o rectificar el curso de la naturaleza.” (p. 196). En “Contando hasta cien. En torno a Elizabeth Bishop”, el Premio Nobel afirma que la poeta estadounidense “refuerza una correspondencia entre los procedimientos del verso y el sufrimiento del espíritu” (p. 243), lo que se traduce en la capacidad de reparación de su poesía, que actúa a modo de equilibro de la balanza, “una tardea de redistribución que [Elizabeth Bishop] confía al acto de la escritura” (p. 244). Ambos poetas invocan el acto de escribir como un acto de supervivencia. Ambos ayudan a restaurar la misteriosa alteridad del mundo.
 
Al final del volumen, se incluye un Apéndice donde se recogen los poemas en versión original, que el lector en español que conoce el inglés puede consultar para verificar que la traducción de Jaime Blasco es exacta. Aunque el libro reproduce traducciones no solo de Jaime Blasco, sino de traductores reconocidos y reconocibles como Antonio Rivero Taravillo, Jesús Munárriz y Jordi Doce, entre otros, nombres que avalan por sí mismos la calidad del proyecto. 
 
La mentira es el modo de espectralidad que nace de no aceptar la propia condición, afirma Eugenio Trías en El hilo de la verdad. No aceptar la propia condición nos hace pensar en una realidad “donde afincan instancias… que permiten y posibilitan los intercambios entre lo que nos trasciende (llámese Bien, Belleza o Verdad) y nuestra existencia cavernosa, instalada en el mundo inmundo de “lo que nunca es y siempre deviene”, la fugitiva y evanescente “irrealidad” (p. 297). 
 
En Reparación… Seamus Heaney pretende trazar los límites y las categorías de la creación, a través de los cuales alumbrar la verdad de ese doble modo de declararse (la poesía) y descubrirse (la realidad). “He intentado expresar el placer y la sorpresa que transmite la poesía, su rectitud y su naturaleza terrenal, el modo en que es imprescindible un instante y al siguiente indispensable, el modo en que se libra de obstáculos, alcanza la libertad y la autonomía y avanza hasta lograr desarrollar todo su potencial” (“Fronteras de la Escritura”, p. 255). 
 
Heaney propone una poesía que dé respuestas al mundo, un poema que sea capaz de conciliar los “dos órdenes de conocimiento que podríamos definir como el orden práctico y el poético”. La armonía poética y política se consigue al ser conscientes de que “cada forma de conocimiento compensa a la otra y que la frontera que las separa está ahí para cruzarla” (p. 267). La literatura busca trascender la realidad, que ésta se justifique por sí misma, que sea imaginación por derecho propio.
 
Según el Diccionario, fisuras son todas aquellas grietas que se producen en un objeto y no llegan a romperlo. “Sin fisuras”, por lo tanto, son todas aquellas actitudes e ideas consistentes, compactas. Grietas y hendiduras en el pensamiento único, a través de las cuales se vislumbra la verdad, es lo que nos ofrece la colección “Fisuras” de Vaso Roto, que ha publicado ensayos tan admirables como La ciudad consciente. Ensayos sobre T. S. Eliot y W. H. Auden de Jordi Doce, El escritor como migrante de Ha Jin, o el libro que nos ocupa. 


JOSÉ DE MARÍA ROMERO BAREA